martes, 7 de diciembre de 2010

La mentira de la Realidad


Hace quince días veníamos hablando de la Realidad y la verdad, y dejamos para hoy mostrar cómo y por qué la Realidad mentía.
Pero antes de mostrarlo, o mejor, como propio paso esencial en el desvelamiento de la mentira de la Realidad, será mejor que aclaremos la diferencia previa que hay entre 'realidad' y 'Realidad', para que así, quizás, podamos ir de la mano en esta aventura del pensar que, más que le pese a muchos, no es cosa de Intelectuales, Sabios o Genios, o no sólo, sino que es algo del común, de los comunes que usan una lengua que también viene a ser común.
Anticipado lo común del asunto, vayamos entonces a esa diferenciación entre 'realidad' y 'Realidad'.
Por 'realidad' vamos a entender el hecho o la condición de existir, así, será real todo aquello que exista, por lo que 'existir' se entenderá como el verbo que vendrá a corresponder con el adjetivo 'real' y con el sustantivo 'realidad'. Ahora bien, parece que lo que queda por entender―una vez que sabemos que real es lo que existe― es qué sea eso de 'existir'.
El verbo 'existir', por más que ahora sea un verbo usado hasta la saciedad, no apareció en la lengua hasta hace bien poco, allá por el medievo, y fue introducido por los teólogos para decir de Dios que existía. (De ahí, dicho sea de paso, la trampa de la pregunta por la existencia de Dios, pues una vez que se le ha dado un nombre―Dios, Ya-vé, Padre... el que sea―no le quedará otra que existir, así pues, Dios existirá necesariamente pues todo lo que se nombra tiene existencia, ya sea material o simplemente espiritual, fantástica...)
La introducción del 'existir' vendría a ser un equivalente del común 'hay', pero engañósamente, pues 'hay' sería un indicador que sólo muestra esto o aquello (por ejemplo: “hay patatas en la cesta”, o “hay mucha gente aquí”, etc.), careciendo de significado alguno; mientras que 'existe', contrariamente, sí querría tener significado. Así, podemos hacer la prueba de cambiar el 'hay' de los ejemplos antes citados, por el 'existe'. ¿Nos damos cuenta cómo cambia lo que se dice? Otro ejemplo al hilo de esto mismo: ¿decimos lo mismo cuando decimos que “hay un olor magnífico a rosas” que cuando decimos que “existe un olor magnífico a rosas”? Bien parece que en la primera el olor a rosas es indefinido, está ahí, sin saber muy bien cómo ni porqué, ni dónde exactamente, en cambio, cuando ese olor a rosas “existe”, nos aventuramos incluso a determinar de qué está compuesto el olor o hasta dónde huele con casi total precisión (nunca hay total precisión, esa es la mayor desesperación de la Realidad), eso sí, con el déficit de que el olor a rosas que antes había tenga, por necesidad cuando se le da existencia, de dejar de oler indefinidamente para pasar a oler definidamente (ya se cree saber entonces como huelen las rosas, y por tanto, cómo olerán en todo momento y lugar. Tras esta operación, ya se pueden dar olor de rosas, por ejemplo, a los ambientadores, como si las rosas olieran siempre así). En cierta manera, podríamos decir que la existencia del olor a rosas mata lo verdadero que pudiera haber en ese aroma que nos llegaba sin más. La existencia, dicho de otra manera, mataría aquello que pudiéramos llamar lo vivo o verdadero de las cosas, etc.

Si pensamos detenidamente, existir sólo puede existir “algo” (sería contradictorio pensar en “algo” que existiera y no existiera a la vez), pero entonces, bien parece que hay “algo” que no necesita para nada existir pues ya lo hay antes de tener existencia alguna, por lo que cabría sospechar que “por bajo de la existencia” hay algo que está ahí, aunque no sepamos muy bien qué es: simplemente lo hay.
Reconozco que la muestra de la diferencia entre 'haber algo' y 'existir algo', puede resultar oscura, pero sólo lo es porque estamos tan metidos en la manera de hablar de la Realidad, que puede que cualquier ataque a los fundamentos de la misma resulte extraña u oscura, pero prestando algo de oídos quizás se escuche algo de la contradicción constitutiva de la existencia, y por ende, de la Realidad.
Así pues, una vez que hemos aclarado, en lo posible, que 'real' es todo que aquello que existe, y que 'existir' vendría a ser el sustitutivo falaz del indicador 'hay', parece que ya estamos en disposición de adentrarnos en el concepto de 'Realidad'. 'Realidad' (siempre en mayúsculas para diferenciarla de la 'realidad') vendrá a representar el conjunto nunca cerrado absolutamente― aunque la pretensión de la 'Realidad' sea siempre el cierre total― de todas las cosas que existan. Así, si sólo lo que existe es real, y la realidad es aquello que existe, la Realidad vendrá a ser el conjunto de “todas” las realidades.
Para dentro de quince días, analizaremos por qué la Realidad ha de pretender el cierre de todas las cosas, y cómo esa pretensión sólo es Fe. Hasta entonces, descuídense.

En www.vozemerita.com

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