Estoy comenzando a leer la Ilíada, en la versión rítmica de García Calvo, la cual, según el traductor, está hecha para ser leída en voz alta, que es, siguiendo con el traductor, la mejor manera de leer, de ahí, por otro lado, que critique tan severamente a la novela, pues, según dice, está hecha para leerse "en silencio".
El caso es que es curioso, pues me da vergüenza leerla en voz alta cuando hay gente por la casa, así que, la leo cuando no hay nadie o me voy a la casa del campo a leer. Lo que me hace pensar, por otro lado, que la lectura ha dejado de ser un disfrute común, y por tanto, un arma al servicio del Poder.
Para otro día,la relación entre lectura silenciosa y Poder.
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