domingo, 18 de marzo de 2012

Debilidad

Debilidad:  me refiero a esa que corroe el espíritu. Esa debilidad que no te deja dar un paso: la debilidad morbosa que te hace hablar, pensar, vivir, en definitiva, sin alegría.
Y es que la debilidad se puede disfrazar con muchas máscaras: la de prepotencia, la de la envidia, la de los celos, la del rencor, la de la venganza, la de la desconfianza... Máscaras que tras la impetuosa cólera muestran el reverso de esas pasiones infecciosas: la pura impotencia.
Dicho esto, ¿cómo luchar contra esas pasiones desaforadas? Sólo se me ocurre  que apartando de nosotros aquello que nos genere la impotencia, ya sean personas, sentimientos, pensamientos o cosas.
Moraleja: no quieres sentirte débil, apártate de lo que genera la debilidad.
Cuidar de sí mismo

sábado, 10 de marzo de 2012

Abandonado de la lengua

¿Dónde ir cuando las palabras ni siquiera quieren ser escuchadas? ¿Cómo vivir sin lo humano, sin lo característicamente humano? ¿Hay mayor crueldad que el rebote vacío de las palabras?¿Hay verdaderamente un otro cuando no hay palabra mediadora? ¿Hay siquiera algo humano cuando ni perfilar silencios se puede?